
OFRENDA Y DIEZMO Y PRIMICIAS
4/18/2024



VERSÍCULO
Proverbios 3:9-10 "Honra al Señor con tus riquezas y con las primicias de todos tus frutos; y tus graneros se llenarán con abundancia, y tus lagares rebosarán de vino nuevo."
INTRODUCCIÓN
Pregunta inicial: ¿Alguna vez han dado un regalo especial a alguien? ¿Cómo se sintieron al darlo? Explica que las primicias son como darle a Dios un regalo especial, lo mejor y lo primero de lo que tenemos. Ejemplo práctico: Trae una canasta con frutas y explícalo así: "Cuando cosechaban sus frutas o granos, las personas de la Biblia escogían las mejores para dárselas a Dios primero, como una forma de decir 'gracias'."
LECCIÓN BIBLICA
Habla brevemente sobre Caín y Abel (Génesis 4:3-5). Explica que Abel ofreció lo mejor de sus ovejas a Dios, mientras que Caín no le dio lo mejor. Dios se agradó más del sacrificio de Abel. Pregunta: ¿Por qué creen que a Dios le gustó más la ofrenda de Abel?
APLICANDO PRÁCTICA
Explica que no solo se trata de frutas o animales, sino también de dar a Dios nuestro tiempo, nuestro esfuerzo y nuestra obediencia. Usa ejemplos cotidianos: “Podemos dar nuestras primicias a Dios cuando oramos por la mañana, ayudamos a alguien antes de jugar o compartimos lo que tenemos con alegría.”
MANUALIDAD
Entrega el dibujo del árbol y pide a los niños que peguen recortes de las frutas. En cada fruta, escribe algo que pueden darle a Dios como primicia (amor, tiempo, obediencia, etc.)


ACTIVIDADES


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OBJETIVO
Enseñar que debemos confiar plenamente en Dios.
Explicar que la verdadera ofrenda se da de corazón.
Que entiendan la importancia de ofrendar en la casa de Dios con amor y alegría.
VERSÍCULO
“Dios ama al que da con alegría”
(2 Corintios 9:7)
DINÁMICA
TESORO ESCONDIDO. Con anticipación esconda dos cofrecitos con monedas en lugares diferentes, una bolsita con muchas monedas y la otra con apenas dos monedas. Divida el grupo en dos equipos e indique que deben encontrar el tesoro escondido. Luego que la encuentren pregunte cual de ellas tiene más valor para ellos.
Comente que para Jesús una ofrenda de dos monedas fue más valiosa que una ofrenda de muchas monedas. De esta manera inicie la lección.
EXPLORANDO LA BIBLIA
Un día Jesús estaba sentado con sus discípulos en el templo, observando a las personas que traían sus ofrendas. Antiguamente, la gente traía sus ofrendas al atrio del templo y lo vaciaban en unas cajas recolectoras.
Muchas personas ricas vivían en Jerusalén. Vivían en casas muy bonitas. Tenían ropas elegantes para vestir. Tenían comida en abundancia. Y después de haber pagado sus casas bonitas y su ropa elegante y buena comida, tomaban algo de lo que les sobraba y lo daban como ofrenda en el templo.
Se vestían sus ropas finas para ir al templo porque sabían que allí habría más gente. Miraban a su alrededor para asegurarse que los estuvieran viendo. Entonces dejaban caer sus monedas en la caja recolectoras. A los ricos les gustaba cuando sus monedas hacían mucho ruido. Les gustaba que la gente volteara para ver cuántas monedas habían traído. Y entonces, sintiéndose muy bien con ellos mismos, volvían a su casa. Ellos esperaban que la gente estaría cuchicheando acerca de ellos, a sus espaldas: “¿Ven cuánta ofrenda ha traído? Seguramente porque es un hombre muy rico, y también, muy generoso”
Jesús vio a esas personas que traían al templo tanta ofrenda. Y él sabía que ellos traían solamente lo que les sobraba después de haber conseguido todas las cosas que querían. Sabía que no estaban haciendo ningún sacrificio para dar. No se habían negado ni una sola cosa para poder traer una gran ofrenda.
Entonces Jesús notó que una persona más se acercarba a la caja colectora: una mujer. Ella no estaba vestida con ropas finas. Su porte sencillo dejaba ver que era pobre, muy pobre. Su esposo había muerto y era viuda. Muchas veces se quedaba sin comer. Tampoco tenía para comprarse vestidos nuevos. La viuda esperó hasta que las personas que traían mucha ofrenda se habían ido. Entonces, miró a su alrededor para ver que nadie la observaba. Estaba apenada por su ofrenda pequeña. Cuando se sintió segura de que nadie la veía, deslizó silenciosamente sus dos moneditas en la caja recolectora y se apresuró a salir.
Pero Jesús la había visto. La había visto deslizar silenciosamente las dos monedas en la caja de la ofrenda. Y ella se había dado cuenta que él la miraba. Mientras salía, él dijo a sus discípulos, —Esta viuda pobre dio más que todos. Porque todos estos dan ofrenda de lo que les sobra, pero ella, en su pobreza dio todo el sustento que tenía. ¡Todo lo que tenía para vivir! ¡Todo su dinero! Ella no tenía dinero para comprar comida para esa noche. Pero no le importó.
Cuando escuchó las palabras de Jesús, “lágrimas de gozo llenaron sus ojos al sentir que su acto era comprendido y apreciado”.* Ella amaba tanto a Dios que estaba feliz de dar cualquier cosa que tuviera como ofrenda. Aun cuando todo lo que poseía era muy insignificante, sólo un poco, poquito, menos que una: Jesus dijo que ella había dado más que todos los otros, porque lo había dado por amor a Dios.
APLICANDO LA LECCIÓN
Mostrando amor
Diga: La viuda dio todo su dinero como ofrenda. Pero dinero no es lo único que podemos dar a Dios para mostrarle que lo amamos. Podemos mostrarle nuestro amor a Dios con lo que hacemos y en la forma como tratamos a otras personas. Voy a invitar a un niño para que venga y saque un objeto de mi bolsa. Tiene que sacar lo primero que toque y mostrarlo a la clase. Luego tendrá que decir cómo puede usar ese objeto para mostrar a otros que ama a Dios.
toalla para platos (ayudar con los platos y
otras tareas)
zapato (lustrar los zapatos para
usar el sábado)
juguete (compartirlos con otros o
guardarlos)
ropa (regalar ropa a los que la
necesitan, etc.)
cuchara o tenedor (ayudar a poner la mesa o
limpiarla)
regadera (cuidar de las flores o el jardín)
libro de canto (cantar alabanza a Dios)
cuadro de niños (jugar alegremente, compartir, turnarse, etc. con los amigos o hermanos)
alimento (Dar alimento a los que pueden tener hambre)
Para reflexionar Pregunte: ¿Qué clase de regalos podemos dar además de dinero? (Obediencia, bondad, ayuda, no ser egoístas, etc.) ¿Cómo se sentirá Dios cuando le damos esta clase de regalos? ¿Cómo quiere que se los demos? (Alegremente y sin quejarnos) ¿Les gustaría que les diera un regalo de esta manera? (Hable ásperamente y entregue con tosquedad un libro de canto a un niño): —¡Toma, aquí está tu regalo! (Haga lo mismo con otro niño.) ¿Cómo se sentirían? (Tristes, molestos, como si realmente no se los quisieran dar.) ¡Así no es como Jesús nos da sus regalos! Así que recordemos: Adoramos a Dios cuando damos alegremente.


MOMENTO LÚDICO
Realice una ronda y formule las preguntas que están en el formato en forma de monedas y los niños levantarán las paletas de verdadero o falso. Las respuestas se encuentran en el pasaje biblico para buscar. Gana el niño que acierte más preguntas


ACTIVIDADES





CANTO PARA LA OFRENDA:
DOY A MI SEÑOR
LETRA:
/Con alegría de Corazón, mi ofrenda llevo a mi Señor.
Me ha bendecido y grato soy.../
CORO:
/Y yo doy, doy, doy a mi Señor/
Como la viuda, lo decidió.
Lo que tenía ella lo dio, y bendecido su Corazón,
con alegría ella ofrendó.
CORO:
/Y yo doy, doy, doy a mi Señor/
y bendecido mi corazón
/Y yo doy, doy, doy a mi Señor/
Con alegría, ofrendo hoy.
DOY, DOY, DOY!!
